
Para completar la suplantación, leo que las autoridades de la ciudad natal de San Nicolás, la actual Dreme, en Turquía, han reemplazado recientemente una hermosa estatua del santo por una figura plástica del rojizo Papá Noel.
Sospecho que a San Nicolás le ha sucedido lo mismo que a la Cola de Dragón del Banquete de Navidad. En Egidio, el granjero de Ham –una de las joyas más queridas del tesoro literario que nos ha dejado Tolkien-, leemos que
Todavía se conservaba la costumbre de servir al rey Cola de Dragón en el banquete de Navidad, y cada año se elegía un caballero que se encargaba de la caza. Debía salir el día de Son Nicolás y regresar con una cola de dragón antes de la víspera de la celebración. Pero hacía ya muchos años que el cocinero real venía preparando un plato exquisito: una imitación de cola de dragón, hecha de hojaldre y pasta de almendras, con escamas bien simuladas de azúcar glaseado. El caballero elegido la presentaba luego en el salón de! banquete, en Nochebuena, mientras tocaban los violines y sonaban las trompetas. La cola se servía como postre el día de Navidad, y todo el mundo comentaba (para complacer al cocinero) que sabía mucho mejor que la auténtica.
Así estaban las cosas, cuando hizo su aparición un dragón de verdad
Tal vez los niños saturados de juguetes y videojuegos estén necesitando otra cosa que no acertamos a darles, una cosa de la que Nicolás de Myra nos puede dar la pista: hacer a un lado el azúcar glaseado y salir en busca de dragones de verdad.
Acabas de tirar por tierra algo que queria hacer: habia pensado en conocer turquia para visitar el templo de san nicolas (pero para ver al gordo mejor compro cocacola)
ResponderEliminarNunca mejor dicho, los niños ahora solo quieren oir hablar de regalos, cosa bastante natural (a todos nos gustan los regalos) pero a que se quedarian con la boca abierta con una cola de dragon en lugar del paneton?
Espero que tu, Soledad y las niñas hayan tenido una muy feliz navidad :)