jueves, 1 de septiembre de 2011

El único defecto que tiene el lenguaje

En 1870 el poeta argentino Estanislao del Campo (1834-1880) publicó la primera edición de sus Poesías, que incluía entre otras cosas su famoso Fausto criollo, que data de 1866. El tomo recibió de inmediato una atención extraordinaria de la crítica local. A continuación citamos algunos pasajes de la reseña que hizo el médico y también escritor Eduardo Wilde (1844-1913) en la Revista Arjentina de mayo de 1870. Mantenemos la ortografía del original.

Dejemos por un momento los enfermos del cuerpo que un enfermo del alma viene á nuestra puerta.

Los poetas todos que llenan de armonias dulcísimas el mundo de las ideas, tienen indudablemente algo de mas ó algo de menos que los otros hombres. La poesia es una enfermedad de la intelijencia, un estado anormal del pensamiento, pero tiene, como lo fantástico, la belleza de las iluciones y la utilidad del lujo.

No es lo natural por cierto espresar las ideas en poesia; la imajinacion que crea esas espresiones tiene que esforzarse en recortar pensamientos, en remendar ideas, en alargar conceptos ó cercenar juicios.

La poesia resulta de los juegos y combinaciones de palabras, como las composiciones en las imprentas de la eleccion de los tipos.

Lo natural es que se piense en prosa, pero la prosa torturada, añadida, estirada, sorprendida, trastornada, revuelta y desglosada, puede dar lugar á la poesia.

Para ser poeta es necesario conseguir espresar con la mayor dificultad posible, exactamente todo aquello que no se tiene la intencion de decir.

La poesia es pues la manera de presentar siempre ó casi siempre pensamientos contra hechos. Es el modo de espresar mal una mínima parte de un todo que se pudiera haber dicho perfectamente bien.

Un amigo mio cada vez que lee un verso admisible y que contiene alguna idea, esclama «¡que lástima que este verso no esté en prosa!»

Para un verso que sale espontaneamente hay mil que han sufrido todas las torturas imajinables.

Cuando veo hacer versos me imajino asistir á la fabricacion del alambre; allí el lenguaje pasa por una hilera finísima donde el pobre deja su pellejo.

La poesia resulta de la tortura del pensamiento en una cárcel de palabras.

La espontaneidad en la poesia es rarisima, y los poetas de nacimiento tienen á mi modo de ver, una hiperjenesis de los órganos del pensamiento de lo cual resulta un desarreglo intelectual

Los tiempos en los caules la poesia abunda en todos los pueblos, son los tiempos primitivos, las épocas próximas al nacimiento.

De manera que escudriñando la historia se puede desglosar de ella este principio.

«Cuanto menos industria mas poesia.»

O lo que vale lo mismo «cuanta mas jente desocupada mas poetas.»

Para ser poeta se necesita tener tiempo de sobra; lo mismo para gastar lujo es necesario tener dinero demás.

La poesia pues como el lujo entra en la categoria de las cosas superfluas.

Escusado es discutir sobre su utilidad como lo hacen algunos.

Los que quieren encontrarle utilidad á todo lo que hay en el mundo son unos visionarios.

No solo hay sobre esta tierra cosas completamente inútiles sino que las hay hasta perjudiciales.

«Dios no ha creado nada sin su fin» es un pensamiento de gran boga entre los seminaristas; pero para los demás mortales, es un hecho que hay varias cosas creadas por el mismísimo Dios, con las cuales no ha de haber tenido otra mira que la de mortificarnos.

La utilidad de la poesia es semejante á la de las pulgas, de los mosquitos y otras sabandijas.

Para mi el único defecto que tiene el lenguaje es el de prestarse á la poesia.

Pero ya que desgraciadamente ella existe en el mundo á par de otros males, conformémonos con nuestra suerte y busquemos qué clase de sentimiento inspiran los poetas.

A mí me inspiran compasion, y cada vez que sé que una persona que aprecio hace bellos versos, me veo tentado á esclamar «¡pobre, tan estimable por todo, pero poeta!»

Otros admiran á los poetas y se encantan con los dulcísimos acordes de su lira.

Algunos piensan que ellos son seres sublimes dotados de una sensibilidad esquisita y una alma grande como el espacio y elevada como las estrellas fijas.

Estos suelen tener razon. Verdaderamente hay poetas que suelen escribir bellezas tales, que bien merecian estar en prosa. En esas obras inmortales, el grandioso pensamiento ha salido á luz á pesar de la poesia, ¡cuan luminoso y encantador no se habria mostrado si hubiera venido por los rectos é fáciles caminos de la prosa.

Necesario es confesar sin embargo que el hombre es dado á lo fantástico, á lo misterioso y á lo increible por via de divagacion, y que no es raro en él, teniendo estas condiciones, que alguna vez piense en poesia, como se piensa en la realidad del horizonte y se dá existencia sólida y corpórea al cielo azul que nos rodea.

Vivimos actualmente en un época de materialismo, y hacemos muy bien, á mi modo de ver.

Los ferrocarriles y las fábricas manufactureras han reemplazado con ventaja á los idilios y los sonetos.

Ahora se piensa mas en encontrar la solucion a un problema mecánico, que en hallar un consonante para concluir felizmente un verso.

Todo esto está en armonía con las necesidades del hombre y con las urjencias sociales.

Hay actualmente menos soñadores porque hay mas hambre; la prosa abunda porque las necesidades del estómago se han vuelto mas apremiantes que las del corazon.

Antes se destinaba al trabajo el tiempo que le sobraba al amor; ahora el amor es un detalle un accidente del trabajo.

Y no es por cierto muy á propósito para inspirar cantos amorosos ver desembarcar carbon de piedra ó colocar caños para el alumbrado á gas.

En fin, no es tiempo de poetas!

La fabricacion de poemas se ha hecho muy dificil y apenas si se encuentra en el mundo uno que otro filósofo descarriado que se dedique á esa especie de comercio!

La razon principal de este decaimiento poético es que en la Bolsa no se cotizan versos sino cueros, á causa de que los cueros se venden mas y mas caros que los versos y satisfacen mejor las exijencias del cuerpo.

Aquí, sino fuera una barbaridad, podia decirse que el cuerpo se ha trepado sobre el alma.

Un poeta arjentino al apreciar las obras de Estanislao del Campo, ha dicho que la poesía sublime y elevada escasea por que no hay grandes acontecimientos políticos que contar, pero para nosotros esa no es la verdadera razon.

Las guerras heróicas y las santas revoluciones de los pueblos pueden dar ocasion á poemas épicos, pero la poesía no se encierra toda en ellas.

La verdadera poesía ha comenzado por cantar sentimientos y por tomar como elemento de sus obras los suaves impulsos de un corazon enamorado.

Adan debió ser poeta, pero poeta en prosa, cuando solo, en el paraiso, bajo la sombra de los árboles y sobre un piso de flores, declaró á Eva su amor y sus antojos.

La poesía no necesita salir al mundo para encontrar su esfera de accion; en cada sentimiento, en cada impulso del corazon hay un millon de poemas.

La compasion, el amor, la tristeza, el ódio, los celos, la ambicion y cuanto sentimiento puro ó compuesto pone al hombre en relacion con sus semejantes, es un manantial de poesía.

Y francamente quizá los únicos poetas que tienen un lejítimo derecho á hacerse perdonar sus versos, son los que cantan el amor y los sentimientos tiernos.

La poesía si fuera un lenguaje fácil y admisible, seria el lenguaje propio para hablar á las mujeres.

Ellas, las pobres, son débiles de espíritu, y afectas por consiguiente á desear lo que no entienden y admirar aquello cuyo significado no conocen.

La poesía en estos casos gusta como la música. Cuanto menos músico es uno tantas mas piezas le agradan, precisamente por que uno no las entiende.

Tiene la poesía otro atractivo mas; el atractivo de lo ilejítimo y anormal.

Hablar en prosa es común y fácil; hablar en verso es imposible, y el que tomándose el tiempo necesario, para producir, produce algun verso agradable, sonoro y que retrata algun sentimiento delicado, ha puesto una pica en Flandes.

Las mujeres son de suyo caprichosas, y amoldan perfectamente á su espíritu y á sus gustos, la poesia, que no es mas que un capricho de la prosa.

Por eso es mas comun que una mujer se enamore de un poeta que de un sábio, precisamente por que le gusta mas lo que brilla mucho y seduce desde luego á los sentidos ó roza suavemente los sentimientos mas comunes, que aquello que dirije sus toques á lo mas profundo del alma ó á lo mas esquisito y delicado del pensamiento.

Cual es el mejor poeta, es lo mas dificil de decir y quizá lo mas fácil de saber en cada caso especial.

El juicio sobre los poetas no debe hacerse jamás en jeneral ni en conjunto, porque cada uno de ellos presenta una faz distinta y cualidades especiales que no pueden compararse con las de otro, y que por consiguiente, no son suceptibles de admitir la misma medida, ni una aislada de aquellas con que el juicio y el gusto aprecian las diferentes clases de literatura.

El poeta que gusta mas hoy no será el mas preferido mañana, por que los juicios como los sentimientos cambian con las circunstancias del espíritu.

De este modo se esplica como lo que nos ha seducido tanto en un momento dado, segun la impresion que nos dominaba, nos parece frio y pálido cuando lo apreciamos en otra escena y bajo diferentes impresiones.

El mejor poeta es ninguno, porque es aquel que se lee con mas gusto, y no hay un tipo de gusto clásico en poesia ni en ninguna otra cosa que se dirija ó se destine á sentimientos.

Un autor respetabilísimo dice que el mejor poeta es aquel cuyos versos lleva el viajero de buen gusto en el bolsillo de su paletot, para leerlos durante el viaje.

La definicion seria perfecta si se supiera cual es el viajero de buen gusto, pero saber esto es tan dificil como saber cuál es el mejor poeta.

No averiguemos, pues, cual es el poeta preferible y admitamos que hay poetas conforme hay desgracias sublimes.

El artículo sigue y sigue, con la crítica específica de los poemas contenidos en el libro. Para Wilde, la diferencia entre el poeta espartano Tirteo y Del Campo es que el primero cantaba para que le pagaran, y el segundo paga para cantar. Pero termina con este simpático consejo, que "vale un Perú":

Si usted quiere ser un gran poéta, no se preocupe ni de la gramática, ni de la retórica ni de la filosofia escolástica.

Lord Byron que es el menos repugnante de todos los poétas, es decir el gefe de la poesía universal, no hizo sino dos cosas para subir á tan encumbrado sitio:

1.º Aumentar el idioma ingles con un sin número de palabras i construcciones nuevas que inventó.

2.º Convencerse profundamente de que todos los hombres eran unos canallas, de que no lo eran menos las mujeres i de que el corazon humano era poco menos que una inmundicia.

Pues bien, haga usted lo mismo; ríase de la academia española i trate como merece á esta pobre humanidad de la que forma una misera parte un su amigo que lo compadece sínceramente, habiéndose llegado á convencer de que usted tiene el gravísimo inconveniente i la incomparable desgracia de ser poéta.

Recomendamos, en fin, leer el artículo completo aquí.

VOCABULARIO
para la correcta comprensión del texto precedente

paletot. Ésta es una palabra francesa, definida como "vêtement d'homme, moins souvent de femme ou d'enfant, boutonné par devant, à poches plaquées, généralement assez court, que l'on porte sur les autres vêtements" (ATILF).

En nuestro idioma tiene algunas formas emparentadas que el DRAE da por separado con significados distintos:

paletó. (Del fr. paletot). 1. m. Gabán de paño grueso, largo y entallado, pero sin faldas como el levitón.

paltó. 1. m. Ven. Chaqueta o americana.

paletoque. (Del fr. ant. paltoke). 1. m. p. us. Capotillo de dos haldas largo hasta las rodillas y sin mangas.

La dos primeras son evidentemente adaptaciones del francés, en forma y sentido; de la época en que aparentemente era obligatorio no sólo hablar sino también vestirse a la francesa. Puede leerse mucho sobre su adopción en esta interesante tesis sobre el léxico de la indumentaria durante el siglo XIX, págs. 246-50, 1071 y sigs.

La tercera fue más o menos usual en los siglos XV y XVI, y si bien es cierto que su origen inmediato debe ser (como dice el DRAE) el francés, en esta lengua parece haber sido un préstamo del inglés medio, donde paltok está documentado en 1350. Pero no se puede ir mucho más allá: F. Diez sugirió que el primer componente podía estar relacionado con el latín pallium y el segundo con lo que dio en nuestra lengua "toca", que puede tener origen árabe o celta y que alguna vez podría haber designado una capucha. Pero habría que asumir que el paltock, palletot, palt-rok (Du Cange), paletoque incluyó alguna vez una parte que cubría la cabeza, de lo que se perdió todo rastro salvo quizás en el nombre. Eso ya es mucho suponer.