lunes, 21 de julio de 2008

Hurga que te hurga

Como quien se mira el ombligo, vuelvo hoy mi atención a las palabras hurgar y palabra, que nos acompañan desde hace más de un año, y de pronto todo se me aparece aquí en parejas. Dos palabras para el nombre de este bolg, dos autores, y una serie de binomios como forma / fondo, contenido /continente, mundo / lenguaje.
Comienzo recordando que la palabra palabra viene a -través del latín parabola- del griego παραβολή, "comparación, alegoría". Del sentido etimológico de "comparación" se pasó al genérico de "dichos, frases", y muy pronto al de "palabra". Los primeros testimonios escritos del español testimonian el paso de la forma parabola a palabra, ya que aparece como paravla o parabla en textos del siglo XIV.
El verbo παραβάλλειν significaba literalmente "poner al lado", por lo tanto "comparar". Diseccionándolo encontramos dos elementos: παρα="al lado", y el verbo βάλλειν="arrojar", que nos ha dado balística y bala, (su primo βάλλίζο nos dio baile). Curioso que palabra y bala sean parientes, un poco para desmentir la mentada oposición entre "la pluma y la espada".
La entusiasta adopción de parabola en todos los idiomas romances tiene su explicación en la difusión de los Evangelios. Jesucristo enseñó mediante el uso de parábolas, y así el vocablo ganó el corazón de los cristianos. Cada vez que hablamos de palabras resuena el eco de Nazareno que sigue hablándonos a través de los siglos.
¿Qué es lo que se "arroja uno junto al otro" en una alegoría? ¿Dos sentidos? ¿Uno manifiesto y superficial, el otro latente y profundo? ¿Y en una palabra? Es interesante considerar que según la fórmula consagrada por Ferdinand de Saussure, la palabra puede verse como el aparear (o arrojar uno junto al otro) un significado y un significante, o -dicho con palabras menos técnicas- una idea y un sonido. Y dejándonos inspirar por la parábola que encierra la palabra parábola (con perdón del juego de palabras), podríamos agregar que al hablar "arrojamos uno junto al otro" lo dicho y lo no dicho. No pocas veces lo que callamos pesa más en nuestro mensaje que lo que decimos, y cala más hondo. Es decir, al hablar lo que hacemos es dividir el mundo en dos: lo que optamos por expresar, y lo que optamos por callar, que no por callado está menos presente.

Con respecto a hurgar (que en italiano es frugare, en catalán y occitano furgar, francés antiguo furgier, francés actual fourgonner), los diccionarios etimológicos oscilan entre dos orígenes diferentes. Corominas lo hace derivar -a través de un hipotético *furicare- del latín fur "ladrón",

que como su otro derivado FURO, debió tomar el sentido de "hurón", de donde 'escudriñar como un hurón'
El hurón (Mustela Furo) es un pariente de la comadreja no demasiado conocido en mis tierras, pero parece que en Estados Unidos se ha convertido en la tercera mascota más popular, después del perro y el gato. Son excelentes cazadores de conejos por su habilidad para introducirse en hoyos y madrigueras. Lo de "hurgarse las narices" sería entonces singularmente apropiado, ya que en tal actividad nuestro dedo anda a la caza de su presa como el hurón tras el conejo.
Un hurón (Mustela Furo)

Para decir "ladrón", en latín había dos palabras: fur y latro. En fur parece faltar el matiz de "asalto" que tiene latro. Fur nos dio furtivo y hurto, que sugieren "en ausencia, desapercibido". Jesús emplea en los Evangelios la imagen de un ladrón que llega en la noche, inadvertidamente. Las cartas de Pablo, de Pedro, y el Apocalipsis de Juan recogen esa imagen para referirse al Día del Señor. En todas esas oportunidades la palabra que aparece en la Vulgata es fur. En cambio, cuando Jesús (Lucas 22:52) les dice a los oficiales del templo "¿Habéis salido con espadas y garrotes como contra un ladrón?", la Vulgata opta por latro, pues el contexto es de violencia contra un asaltante que aguarda en la vía pública.

¿Pero será verdad que hurgar deriva de fur a través de *furicare y por influencia del hurón? Hay estudiosos que conciben otro origen. Lo hacen provenir del tampoco documentado *furcare, y por lo tanto de furca "horca".

Surge entonces una pregunta que probablemente todos nos hemos hecho alguna vez: ¿qué tiene que ver la horca de labrador con la horca del verdugo? He aquí la respuesta.

Una furca era originalmente un madero en forma de Y, es decir bifurcado, que se usaba como instrumento de castigo. En la parte inferior de la siguiente figura podemos apreciar una furca de ese tipo, junto a otros aparejos patibularios.

Al parecer, los romanos ajusticiaban a los criminales colgándolos de tales furcas. Una tradición cristiana quiere que los dos ladrones que sufrieron suplicio junto a Jesucristo fueron colgados en furcas. La cruz bordada en el chrismon de abajo es precisamente llamada "Cruz de los ladrones", y simboliza también el misterio de la Trinidad.

La horca que usa el labriego para revolver las parvas tiene, evidentemente, la misma forma, así que no nos extraña que se la llame también furca. Con respecto al instumento de castigo, tampoco sorprende que haya mantenido el nombre inicial aunque su forma cambiara con los siglos hasta convertirse en la horca que conocemos hoy.

Al contemplar la furca, el primer contenido simbólico que se nos manifiesta es probablemente el del camino que se bifurca: las sendas del bien y el mal entre las cuales debemos elegir. Es curioso que nuevamente se nos proponga el número dos, como en el caso de palabra. El camino se divide en dos, y el hurgar puede verse como la actividad de discernir esas dos cosas, separar lo que se nos presenta junto.

Así me gustaría interpretar el nombre del blog: como la actividad de discernir (hurgar) lo que la palabra unió: el lenguaje y el mundo. Un recorrido por el lenguaje que se transforma en un recorrido por las cosas.

7 comentarios:

  1. caí aquí por recomendación de amigos, y me resulta fascinante... aunque no logré llegar al final del articulo, porque mi cabeza no está en condiciones!!! hay muchisima informacion, al menos para mi desacostumbrado órgano pensador. Pero gracias! me motiva para volver a usarlo...

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  2. Entonces, parábola, palabra, bola y baile sos parientes... mire usted, lo que hace el metaplasmear una palabra (en este caso parábola) como si fuera plastilina... me imagino (gráficamente), la erosión de la palabra, como una roca por el viento y el tiempo...
    Gracias, por la luz, Bungo.

    Nota: Metaplasmear es una palabra mia® :P

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  3. Si de furcare/furca viene horca por estar dividido en dos en el extremo, ¿para que la redundancia de BIfurcar?

    Y si de furcar -> bifurcar (camino que se divide)

    ¿De donde han sacado TRIfulca? ¿Es coincidencia?

    Muy buen blog, siempre me han entusiasmado los origenes de las palabras. Enhorabuena

    Ax

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  4. Bifurcado ya se usaba en latín, y sí, suena redundante, pero el lenguaje natural necesita siempre ser algo redundante.
    La RAE considera a trifulca derivado de tri+ furca, pero Corominas desautoriza con razones muy convincentes esa etimología.

    Gracias por los elogios al blog!

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  5. encontré en este post lo que buscaba, no puedo más que agradecer!
    un blog de todo mi gusto!
    saluditos

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  6. sos un genio de la vida. te felicito muchísimo. busqué durante años esta respuesta. aflojale al porro un poco igual. abrazo viejo.


    ale piter y nico

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  7. me gustó...

    la palabra sigue viva y hoy concluye en hurgardarín

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