Acabo de terminar de leer The History of The Hobbit de J.D. Rateliff: (a) un análisis exhaustivo de los manuscritos, versiones, cambios, notas, etc. que trazan la composición de El Hobbit de J.R.R. Tolkien, (b) una investigación de sus fuentes directas e indirectas, y (c) una reseña de la historia del libro posterior a su primera publicación en 1937, incluida su reescritura inconclusa en 1960. Para los conocedores, sería un equivalente de la Historia de la Tierra Media y la Historia del Señor de los Anillos, editadas por Christopher Tolkien.
Entre tantas cosas interesantes que contiene se encuentra, por supuesto, un resumen de la investigación del origen de la palabra hobbit, con un repaso lo que se sabe o especula hasta la actualidad y que no vamos a repetir aquí, y sobre todo el Apéndice I (págs. 841-54), con el texto completo del primer folleto conocido donde figura la palabra aplicada a un ser fantástico: el artículo "Ghosts Never Appear on Christmas Eve!", de los Denham Tracts - una serie de folletos donde el folklorista M.A. Denham (1800-1859) recoge y comenta leyendas, supersticiones y otras yerbas del saber popular.
Aproximadamente la mitad del artículo consiste en una lista de casi 200 nombres de seres fantásticos (con muchas repeticiones), donde se encuentran mezcladas denominaciones de especies con nombres de individuos, seres del folklore local con otros provenientes de la mitología clásica, etc. La lista se basa a su vez en otra muy anterior (R. Scot, The Discoverie of Witchcraft, 1584) y muchos más breve: sólo 33 ó 34 seres. Entre los agregados por el propio Denham está hobbits, seguido de hobgoblins (nombre mucho más conocido, que figuraba en la lista original de Scot y que Tolkien usó en el texto de El Hobbit).
El revuelo se armó en el año 1977, cuando por primera vez se llamó la atención sobre este texto. La pregunta era: ¿Tomó Tolkien el nombre de allí? Más aun, ¿conoció estos Tracts? No cabe duda de que le hubieran interesado, con su recopilación de nombres misteriosos e historias sugeridas; pero lo más probable es que no los llegase a ver. Según sus propias palabras, el nombre surgió espontáneamente al escribir la primera frase del libro, y podemos darle crédito, ya que cuando años después se dedicó intensamente a investigar alguna posible documentación anterior del nombre no sacó nada en limpio. No se puede descartar, por supuesto, que leyese el término muchos años antes y, habiéndolo olvidado, lo recuperara inconscientemente al sentarse a escribir; pero por ese camino no se puede indagar mucho más, salvo que se demuestre algún día que Tolkien leyó los Tracts o alguna otra fuente donde figure el nombre.
Hasta aquí lo conocido. Pero... ¿"alguna otra fuente"? Comenta Rateliff:
En cuanto a la fuente inmediata de Denham, por desgracia este laborioso recolector de folklore no dejó nota alguna que explicara dónde había hallado el nombre hobbit. Dado que, al igual que otros nombres de la lista de Denham, éste no está registrado en otro sitio, es casi seguro que proviene de su propia cosecha de folklore antiguo en la región de Durham u otros condados aledaños (una región particularmente rica en historias sobre hobs, como observa Briggs). Pero la fuente exacta nos ha eludido, y probablemente seguirá haciéndolo. Como dice Tolkien de sus propios hobbits, "es obvio que los Hobbits habían vivido en paz en la Tierra Media muchos años antes de que cualquier otro pueblo advirtiese siquiera que existían [...] después de todo, el mundo estaba poblado de incontables criaturas extrañas" (Prólogo a El Señor de los Anillos, p. 14), y lo mismo puede decirse de la verdadera criatura del folklore que compartió su nombre con la creación de Tolkien y que por una casualidad está registrada en este único caso; cualquier historia o historias relacionadas hace mucho que se perdió sin remedio.
En este post vamos a investigar si esto es o no definitivamente cierto. Al comienzo del artículo Denham cita a un tal Grose, que nos dice que "aquellos que han nacido el día de Navidad no pueden ver espíritus". Rateliff identifica aquí al capitán Francis Grose (1731-1791), autor de The Antiquities of England and Wales, Antiquities of Scotland y Antiquities of Ireland, pero no dice de cuál obra puede provenir la cita.
Ahora bien, con la ayuda de un hombrecillo de nombre Google y apellido Books conseguí rastrear su origen. Se trata de otra obra de Grose, A Provincial Glossary, with a Collection of Local Proverbs and Popular Superstition (1ª ed. 1787, aunque Denham puede haber usado alguna posterior). Contiene exactamente lo que dice el título: un glosario, una lista de proverbios con su explicación, y varios capítulos dedicados a exponer supersticiones populares. Dice allí:
También los perros tienen la capacidad de ver espíritus, de lo cual es ejemplo el relato de David Hunter citado arriba; pero en ese caso por lo general muestran señales de terror, gimiendo y arrastrándose hasta sus amos en busca de protección: y se supone comúnmente que a menudo ven cosas de esta naturaleza que sus dueños no pueden ver; siendo que hay algunas personas, especialmente aquellas nacidas la víspera de Navidad, que no pueden ver espíritus. [pág. 11]
Son casi las mismas palabras de Denham ('those born on Christmas Day cannot see spirits'), lo cual, unido al hecho de que no pude encontrar nada parecido en las demás obras de Grose, me da la seguridad de que ésta es la fuente directa de la cita; dicho de otro modo, que Denham tenía ante sí o en mente este libro de Grose al escribir aquel Tract.
Pero lo importante para nosotros es el Glosario que compone la mayor parte del libro. Es una larga lista de palabras dialectales, entre las cuales se encuentra un buen número de términos para espíritus, duendes, hadas y demás. Allí encontramos este grupo:
Hobbil. Hobgobbin. A natural fool, a blockhead. N.
Hobbgoblin. An aparition, fairy or spirit. N.
Hobthrust. or rather Hob o t'hurst. A spirit, supposed to haunt woods only. N.
Hay varias cuestiones para desglosar. Ante todo, la lectura es correcta, y se mantiene en las ediciones subsiguientes: Hobbil con l final, Hobgobbin y Hobbgoblin con doble b.
Prácticamente podemos tener la seguridad de que Denham leyó esta página por un detalle: incluye en su propia lista el nombre hob-thrusts, que no procede de la lista de Scot; y en una nota dice Denham: "Hob-o-t'-Hursts, es decir, espíritus de los bosques. Hobthrush Rook, Farndale, Yorkshire". Rateliff comenta que la etimología aceptada hoy es distinta, incorporando thyrs "gigante" (siendo la forma común hob-thrushes, que también aparece en Denham); es la misma que da hoy el O.E.D. Pero la coincidencia casi absoluta entre Hob o t'hurst y Hob-o-t'-Hursts no debería dejar lugar a duda de que Grose ha sido su fuente aquí. Y por si eso fuera poco, el de Grose parece ser el único texto anterior a Denham que relaciona a estos seres con los bosques - ninguno de los mencionados por el O.E.D. (de 1590, 1611, 1682, 1713 y 1825) dice nada al respecto.
Dicho esto, ¿es posible que Denham tomase su hobbit de este hobbil? Visualmente, no hay tanta diferencia entre una l y una t, sea a mano o a máquina, como para hacer imposible un error de copista. Es una de las posibilidades, como veremos a continuación, aunque no la única. Pero antes de eso hay una pregunta obvia que responder: ¿qué tiene que ver 'a natural fool, a blockhead' con el mundo de las supersticiones? Con seguridad en ningún momento de la historia de la humanidad se creyó que los imbéciles eran una simple leyenda.
Para responder a esto hay que explicar otra tradición, y en ese camino no hará falta salir de Grose, Denham y Rateliff. Se trata de la leyenda de los changelings, niños que han sido sustituidos por las hadas, a menudo con deficiencias físicas o mentales. Dice Grose (págs. 39-40):
A menudo las Hadas cambian a sus hijos debiluchos o famélicos por la progenie más robusta de los hombres. Pero esto sólo puede hacerse antes del bautismo; por esta razón todavía existe en las Highlands la costumbre de vigilar las cunas de los infantes con la mayor asiduidad hasta que han sido bautizados. Ha habido casos de niños cambiados conservados hasta los siete años. Hay diversos métodos para descubrir si un niño pertenece o no a las Hadas. Uno se da en la siguiente historia, impresa en un libro llamado A pleasant Treatise on Witchcraft. [Resumen: el hijo de una mujer es cambiado por un niño deforme y bobo, y tras siete años de penurias un anciano prudente la ayuda a recuperar a su verdadero hijo.] El término mismo Changeling, usado hoy para referirse a alguien que es casi idiota, presta testimonio de la creencia corriente en cambios de ese tipo. Así como todos los hijos de las hadas eran pequeños, retardados de habla y aparentemente idiotas, así también se suponía que los niños canijos e idiotas eran changelings.
Rateliff menciona esta tradición varias veces, en las páginas 121, 421 (donde se cuenta la escalofriante historia real de un hombre que en 1895 quemó viva a su esposa por creerla un changeling) y sobre todo 876, donde explica el origen de oaf "idiota" en alf, elf - otra manifestación de esta leyenda.
Denham, como hemos dicho, estiró su lista de seres fantásticos con gran cantidad de agregados con respecto a la original de Scot. Rateliff provee una muy útil presentación de la lista final, donde distingue las criaturas que figuraban en Scot, las que se añaden en la primera edición de los Tracts y las que provienen de ediciones posteriores. Es instructivo, entonces, comparar la lista de Denham con el glosario de Grose. La siguiente lista contiene (creo) todas las coincidencias entre los dos autores:
Denham: barguests. Grose: Bar-guest. A ghost, all in white with large saucer eyes, commonly appearing near gates or stiles; there called bars. Yorksh. derived from Bar and Gheist.
Denham: boggarts. Grose: Boggart. A specter, to take boggart, said of a horse that starts at any object in the hedge or road. N.
Denham: boggles. Grose: Boggle, or Bogle. A ghost. N.
Denham: changelings. Grose: Chaungeling. An ideot; one whom the fairies have changed. Exm.
Denham: colt-pixies. Grose: Colt-pixy. A spirit or fairy, in the shape of a horse, which (wickers) neighs and misleads horses into bogs, &c. Hamp.
Denham: dobbies. Grose: Dobby. A fool, a childish old man. N.
Denham: fetches. Grose: Fetch. The apparition of a person living. N.
Denham: hob-goblins y hobgoblins. Grose: Hobbgoblin. An aparition, fairy or spirit. N.
Denham: hob-thrusts y hob-thrushes. Grose: Hobthrust. or rather Hob o t'hurst. A spirit, supposed to haunt woods only. N.
Denham: Jack-in-the-Wads. Grose: Jacket-a-wad. An ignis fatuus. Exm.
Denham: ouphs. Grose: Awf. An elf, a fairy. Derby, and N. Oaf. A foolish fellow. N. and S.
Denham: pixies. Grose: Picksey. A Fairy. Devonsh. Pixy. A fairy. Exm.
Denham: swarths. Grose: Swarth. The fetch, or ghost of a dying man. perhaps from the A.S. sweart, black, dark, pale, wan. Cumb.
Denham: whitewomen. Grose: Whitwitch. (White witch) A pretended conjuror, whose power depends on his learning, and not from a contract with the devil. Exm.
Excluyo, por el momento, los dudosos Hobbil y Hobgobbin, porque quiero llamar la atención sobre dos detalles: (a) de todos estos términos sólo changeling figuraba en Scot, y (b) Denham incorporó absolutamente todos los términos para criaturas fantásticas de Grose, sea en la forma exacta en que aparecían en este último, o en algún equivalente (como ouphs - Awf).
Pero hay que notar algo más: algunas de las criaturas que Denham da como fantásticas tienen en Grose un corresponsal que sólo significa "idiota". El caso más claro es dobbies: Denham anota en este nombre: 'The Mortham Dobby. A Teesdale goblin', mientras que para Grose Dobby era simplemente 'A fool, a childish old man'.
Esto tiene una consecuencia importante; a saber, que no podemos establecer una filiación directa y simple entre Grose y Denham, o sea, suponer que Denham al armar su lista siguió literalmente a Grose, copiando sus grafías y significados. Denham, por supuesto, es un estudioso, y recurrió evidentemente a fuentes escritas u orales a las que no tenemos acceso. De hecho, para algunos de los elementos de nuestra lista Denham cita expresamente una fuente distinta; por ejemplo, la nota a barguests dice 'The York Barguest. See Memoirs of R. Surtees, Esq.; new ed., p. 80, 1852' [ver Nota al final]. Pero ya hemos dejado en claro que es más que probable que el Glossary de Grose fuese una de esas fuentes, cuyo contenido se preocupó de espigar para no dejar elementos fuera.
Y el otro hecho capital es que hay un área de coincidencia entre términos que Grose glosa como 'idiot, fool' (donde la idea de changeling está latente o incluso expresa, como en el par oaf 'a foolish fellow' vs. awf 'an elf, a fairy') y otros que da Denham, a veces sin explicación (ouphs) o en el caso de dobbies con referencia a un ser fantástico.
De todo lo cual concluyo que Grose y Denham están trabajando con una tradición amplia y variada, donde elementos históricamente relacionados pero con variaciones fonéticas y semánticas evidentemente pueden aparecer a un mismo tiempo; la coexistencia de awf y oaf en Grose y la de sprites/spirits, hob-thrusts/hob-thrushes, freiths/freits y muchos otros pares en Denham dan prueba de ello.
Con lo que llegamos a la pregunta inicial: ¿es posible que Denham haya tomado sus hobbits del Hobbil 'A natural fool' de Grose? Por supuesto que es posible, y ya dijimos que gráficamente la confusión es perfectamente explicable. Pero también es factible que ambos autores hayan compartido alguna fuente, o hayan recibido el término por distintas vías de una tradición oral y escrita; con ello se multiplica la posibilidad de que exista una variación fonética, o que haya habido un error de transcripción en etapas de la transmisión escrita desconocidas para nosotros.
Y no debemos olvidar el curioso par Hobbil, Hobgobbin de Grose. De esta última forma, el segundo componente reaparece en su glosario como 'Gobbin. Gobslotch. A greedy clownish person', y no debemos duda que el Hob- inicial es el que comparten muchos nombres de criaturas (el grupo más numeroso de nombres, según el cálculo de Rateliff).
Cabe una nueva pregunta: ¿es posible que la fuente de Tolkien (a esta altura inconsciente, con seguridad), si efectivamente no conoció los Tracts de Denham, estuviese en esta supuesta tradición de hobbil/hobbit, por caminos que no conocemos? No hay que descartarlo, pero por el momento no hay nada firme en ese sentido.
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APÉNDICE: OTROS DOS HOBBITS DEL S. XIX
Como curiosidad, quiero mencionar dos apariciones de la palabra hobbit con que topé mientras hacía las pesquisas precedentes.
En primer lugar, Hobbit parece haber sido un apellido real en EEUU. Al día de hoy aparece en búsquedas genealógicas en la web (por ejemplo en RootsWeb) pero si uno no confía demasiado en esas bases de datos también hay unos pocos ejemplos registrados en libros del s. XIX. Un caso jurídico sonado que aparece en registros y resúmenes fue Reedie & Hobbit v. London & Northwestern Railway (4 Exch. 244, 254, 1849), en el que "la defensa, a la que un acta del parlamento había otorgado la concesión para construir una vía de ferrocarril, contrató a ciertas personas para llevar a cabo una parte de la línea, y, según el contrato, se reservaba el derecho de despedir a cualquiera de los trabajadores del contratario por incompetencia. Los obreros, al construir un puente sobre una carretera pública, causaron por negligencia la muerte de un hombre que pasaba por debajo por la carretera, al permitir que cayera sobre él una piedra. [...]" (Reports of cases argued and determined in the Supreme Judicial Court of Massachussets, by Horace Gray, Jr., Boston 1869). El caso se menciona en varios otros sitios, de modo que hay cierta seguridad de que el apellido está bien escrito. Extraña que nadie haya llamado la atención sobre él.
En segundo y último lugar, hay que observar una curiosa palabra dialectal hobbit, que en el norte de Gales designaba una medida de peso. Otra vez, el lugar más antiguo en que lo encuentro es un caso judicial, Hughes v. Humphreys, 12 de junio de 1854, donde la resolución del caso depende de la explicación del sentido del término. El caso no es excesivamente complejo, y en él queda claro que un hobbit era un término usado en Gales para expresar una cantidad de cuatro pecks, siendo que cada peck pesa 42 libras; un hobbit, por lo tanto, equivale a 168 libras. Lo que se discutía era si cierta venta de trigo cuyos términos se habían estipulado en hobbits había sido o no legal, según se juzgase que el hobbit se hallaba dentro de las medidas reglamentarias. Esto depende de que se lo considere una medida de peso (en cuyo caso, al ser múltiplo de la libra, sería reglamentario) o de volumen (que no lo sería); se cita otro caso anterior (Tyson vs. Thomas), también medido en hobbits donde la venta se consideró antireglamentaria, pero en aquel episodio quedaba claro que al momento de pactarse se lo había considerado una medida de volumen. Veredicto: "Ésta fue claramente una venta por peso y no por volumen, siendo el hobbit múltiplo de la libra. El vendedor queda obligado a entregar el número de libras equivalente al número de hobbits por el que se firmó el contrato, o, en otras palabras, a igual número de veces 168 libras. En este caso, por lo tanto, no hubo nada contrario al estatuto que valiera para invalidar la venta, y debe considerarse la regla como absoluta" (English Reports in Law and Equity: containing reports of cases in the House of Lords, Privy Council [...] ed. by Edmund H. Bennett y Chauncey Smith, Volume XXVI, Boston 1855).
El hobbit galés aparece en Old Country and Farming Words. Gleaned from Agricultural Books, by James Britten, Published for the English Dialect Society by Trübner & Co., 57 & 59, Ludgate Hill (1880). Dice que su fuente es la Cyclopedia of Agriculture de Morton (que no he podido consultar), y lo define así:
Hobbit (N. Wales), of wheat, weighs 168 lbs.; of beans, 180; of barley, 147; of oats, 105; being 2 1/2 bushels imperial.
Es interesante observar que el glosario de Britten está reimpreso en Reprinted Glossaries serie B (1879), ed. W.W. Skeat y J. Britten. Skeat, por supuesto, es el filólogo inglés (1835-1912) cuya obra Tolkien conoció bien, sobre todo Specimens of Early English y una edición de las obras completas de Chaucer. Cuenta Tolkien en "El inglés y el galés" que cuando en 1914 ganó el premio Skeat de Lengua Inglesa, se imaginó a la sombra de Walter Skeat indignada de que se gastase las cinco libras del premio en una gramática galesa, entre otras cosas.
¿Acaso Tolkien pudo conocer la palabra en las obras de Morton, Britten o Skeat? ¿O en sus contactos siempre fecundos con Gales? No es posible responder afirmativamente con certeza a ninguna de estas preguntas; y al igual que antes, como mucho deberíamos aventurar alguna pervivencia inconsciente hasta el momento de la composición. Sí parece menos probable que el apellido le fuese conocido: no lo he hallado en registros de Inglaterra, sino sólo en EEUU.
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[Nota: Aunque hay algo que aclarar en este punto. La lista más completa de Denham es la dada en la edición de 1895, pero según la notación de Rateliff barguests aparece ya en 1848. Dado que la nota menciona la segunda edición de un libro con fecha 1852, hay dos posibilidades: que el nombre haya aparecido en 1848 sin referencia a ese libro, o que originalmente la nota mencionara la primera edición. No he podido ver la edición de 1848 (ni tampoco las Memoirs of R. Surtees).]
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