lunes, 8 de septiembre de 2008

Concientización

El siguiente artículo fue publicado por el humorista Sofocleto hace más de treinta años, pero sus premisas siguen vigentes en variadas áreas del saber y del discursar. Hoy contamos con muchísmos términos nuevos que engrosarían con provecho la tablita mexicana. No estaría nada mal que los lectores de Hurgapalabras los compilásemos, como un modo de contribuir a la integración sistémica funcional de estos valiosos conocimientos.

Concientización

Porque el idioma castellano es mucho más rico que el propio Rockefeller, yo estoy en contra de todos los que recurren al uso y abuso de términos raros para explicar cosas que podrían explicarse de la manera más sencilla. Particularmente cuando se trata de cuestiones políticas, sociales, y económicas y cuando –como en el caso de nuestro país- el interlocutor es analfabeto, semianalfabeto o una buena bestia, para decirlo sin darle muchas vueltas a la manija. De este asunto ya me he ocupado varias veces, repitiendo mi teoría de que quienes recurren al manido truco de enredar las cosas, sólo buscan atarantar al prójimo, disfrazando su propia ignorancia en lo que pretenden ser doctores. Es decir, venden gato por liebre y, al final, son ellos mismos quienes tienen que salir comprando su propia mercadería.

-Lo que usted necesita es una coordinación equilibrante y estructural de su metabolización ideológica para trasegar y procesar los conceptos contemporáneos de la vertebración social…

-Dispense, míster, pero yo no hablo inglés… ¿busca alguna calle?

Ayer por la tarde, un amigo interesado en cuestiones de tipo económico me dio copia de ciertas pruebas hechas por la Universidad de México para demostrar la soberana estafa que encierra el uso de palabras raras cuando se quieren aplicar a las ciencias modernas. Especialmente a las relacionadas con el desarrollo de las nuevas sociedades. En efecto, los académicos mexicanos han confeccionado –entre otras- las siguientes tablas de recombinación.

Columna 1

Columna 2

Columna 3

PROGRAMACIÓN

FUNCIONAL

SISTEMÁTICA

ESTRATEGIA

OPERACIONAL

INTEGRADA

MOVILIDAD

DIMENSIONAL

EQUILIBRADA

PLANIFICACIÓN

TRANSICIONAL

TOTALIZADA

DINÁMICA

ESTRUCTURAL

INSUMIDA

FLEXIBILIDAD

GLOBAL

BALANCEADA

IMPLEMENTACIÓN

DIRECCIONAL

COORDINADA

INSTRUMENTACIÓN

OPCIONAL

COMBINADA

RETROACCIÓN

CENTRAL

ESTABILIZADA

PROYECCIÓN

LOGÍSTICA

PARALELA

Y así, hasta el infinito. Ahora bien, ¿en qué consiste el juego y la demostración de que vivimos en un mundo de vivos hablantines, profesionales en el arte de ganarse los frijoles vendiendo jarabe de lengua? En algo muy sencillo, mi querido lector. Usted agarra cualquiera de las palabras que figuran en las tres columnas (una de cada columna y en ese orden) y se dará de bruces con alguna barbaridad conceptual que, seguramente, ya habrá visto u oído en algún mamotreto o recinto donde operan los profetas de nuestro tiempo. Por ejemplo, tomamos “Estrategia” de la primera columna, “Funcional” de la segunda, y “Coordinada” de la tercera, y obtenemos la siguiente horripilancia fonética:


“Estrategia funcional coordinada”


También podría ser “Dinámica Global Sistemática”, o “Proyección Estructural Paralela” o cualquiera de las mil combinaciones de idioteces técnicas resultantes de mezclar a gusto y sabor las diez palabras de cada columna. Supongamos que usted concurra, invitado, a un forum de cualquier cosa (que son los fórumes más importantes) y que alguien le pida su opinión acerca de la “Planificación Dimensional Combinada”, como “Retroacción Direccional Insumida” sobre el problema de los mosquitos cuando uno sale de picnic. En cualquier otra circunstancia y frente a semejante agresión verbal usted no tendría más remedio que limpiarse discretamente con la servilleta, pedir permiso para ir al baño y salir por la puerta falsa en busca de un diccionario, maldiciendo a su viejo por no haberle dado una cultura más sólida. Pero eso no le ocurrirá nunca jamás, mi querido y estimado lector, si lleva usted en el bolsillo una copia de las tablas mexicanas, que le permitirán responder imperturbablemente cómo, en su criterio, los mosquitos picniqueros podrían ser fácilmente eliminados mediante una “Instrumentación Logística Estabilizada”, o con una simple “Movilidad Operacional Balanceada”, aunque con cierta “Flexibilidad Opcional Equilibrada”, para evitar una “Programación Transicional Totalizada”. ¡Es decir, quedaría como las propias rosas y con un prestigio ideológico, técnico o filosófico de la gran flauta! También podría, desde luego, reconocer a la legua cualquier contrabando que le quisieran pasar por la aduana del cerebro vendiéndole como corvina lo que no es sino un vulgar tramboyo. Ya en plan de entretenimiento usted podría estirar las tres columnas mexicanas, añadiendo las palabras raras que vaya escuchando por aquí y por allá, hasta que en vez de anotarlas en una libretita, tenga que andar con una guía telefónica en el sobaco. Claro que llevar semejante librote es fastidioso, pero en cambio, mi querido lector, su prestigio intelectual quedará asegurado por lo menos a través de siete generaciones. Salvo, naturalmente, que se le ocurra tropezar con algún prójimo que también tenga su lista en el bolsillo y lo denuncie como un sujeto cuya cultura carece de “Implementación Central Integrada” y de una “Proyección Funcional Paralela”, que lo deje a usted sin una “Programación Central Balanceada” para defenderse adecuadamente. Pero ni interesa ni pasa de ser una excepción que confirma la regla. Lo esencial es que usted habrá entrado en el secreto, en el gran secreto de aturular a los que no saben, con palabras que no entienden y sobre materias que no conocen. Y esto le dará mucho prestigio.

Sobre todo, si capta usted la “Estrategia Operacional Insumida” en la marmaja. ¿Manya?

En Sofocleto, El ángulo agudo, Lima, Arica, 1974

3 comentarios:

  1. Excelente. Concuerdo totalmente en que solo los ignorantes se rodean de terminologías y tecnicismos que dificultan la comprensión. El gran arte de la comunicación consiste en hacer comprensible, de manera simple, el tema más complejo. Recuerdo a tanto especialista organizacional, de mercadeo, etc., que se emmascaran en esa terminología... Un abrazo desde Colombia.
    Postdata: cargaré copia en mi bolsillo de la buena Tabla Mejicana.

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  2. ¿manyas?

    al fin me entero de donde salio mi clasica muletilla :)

    Bungo entre buscando tu cuento, ya lo encontrare pero no podia pasar por alto a don sofo :)

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  3. Pocas cosas hay tan desesperantes como esa gente huachafa que usa su tablita mexicana.

    jajaja es muy gracioso don sofo... hay que ver como ha ido evolucionando la tablita.

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