sábado, 14 de julio de 2007

Cantos de hechicería

En post anterior Bungo mencionó a Florence Nightingale, y como a uno le gusta atar cabos sueltos incluso allí donde sólo hay flecos ornamentales, lo tomo como referencia para este primer aporte, que también es reelaboración de un mensaje a la Lista Tolkien.

1. Sigaldry

En esa lista, en el año 1999, se tradujo el poema "Errantry" de Las Aventuras de Tom Bombadil. Entre varias cosas interesantísimas que contiene, como ya mostró Bungo en torno a breeches, está la palabreja sigaldry, que sólo a medias pudo resolverse entonces.

Veamos. El primer traductor de ese segmento (Pedro) encontró estos dos versos:

so long he studied wizardry
and sigaldry and smithying

y los tradujo así:

así pues estudió hechizos
largos años, forja y runas.

que es la forma en que los versos fueron a parar finalmente al libro impreso. A saber, "runas", entre otras razones por exigencia de la rima con "burla" poco antes. ¿Sigaldry equivale a "runas"? Yo en ese momento aventuré alguna relación con el latín sigillum, "sello", por una posible relación con las cosas ocultas; pero no iban por ahí los tiros.

Anteriormente, y fuera de nuestro conocimiento, otros dos traductores al castellano de ese poema habían puesto:

Tanto tiempo había él estudiado magia
Y hechicería y herrería.

(Ramón Passolas Eldarion, publicado online)

Por largo tiempo él estudió hechicería,
y brujería y herrería.

(anónimo, ediciones MYDAD, México)

Entonces, "hechicería" y "brujería", alternando con "magia" y probablemente como sinónimos de ésta. A la larga, según se verá, estaban más cerca de la verdad que las "runas" y los "sellos".

En alguna ocasión Tolkien hizo comentarios sobre esta palabra que nos ponen sobre la pista.

En Cartas #133 decía a Rayner Unwin, sobre la transmisión oral del poema en cuestión: "despertó mi curiosidad la obtención de una versión oral, que sostenía mi posición acerca de la transmisión oral (en cualquier caso, durante las primeras etapas): las 'palabras difíciles' se conservan mientras que las más corrientes se alteran, pero el metro con frecuencia queda perturbado". En una nota a este pasaje, el editor cita una carta al músico Donald Swann (14 de octubre de 1966), que leemos un poco más completa en La traición de Isengard, p. 128: "Fue un rasgo curioso mantener la palabra sigaldry, que cogí de un texto del siglo XIII (y está registrada por última vez en The Chester Play of the Crucifixion)".

Pero antes de pasar a ese "texto del siglo XIII", notemos la ocasión en que TI cita la palabra. Se trata de una revisión de las versiones anteriores de "Errabundo" (y al mismo tiempo de la canción de Bilbo sobre Eärendil en el SA). Se encuentra varias veces, y en todas ellas Minotauro la ha dejado sin traducción. La más antigua corresponde a la primera versión (1933) dada en TI:105, con versos idénticos a los ya mencionados. Luego (TI:111) leemos:

Of glamoury he tidings heard,
and binding words of sigaldry;
of wars they spoke with Enemies
that venom used and wizardry.

De hechizos oyó historias,
y palabras mágicas de sigaldry;
hablaron de guerras con el Enemigo
en las que se usan el veneno y la magia.

(Hay un error en la traducción del último verso: la idea es que son sólo los Enemigos quienes usan veneno y magia). Luego se repite en TI:117, intercambiando sigaldry con wizardry.

Pero el primer uso (conocido) de la palabra por parte de Tolkien se sitúa en realidad bastante antes, en marzo de 1928, cuando componía la larga Balada de Leithian. Allí habla de Thû (Sauron):

Master of Wolves, whose shivering howl
for ever echoed in the hills, and foul
enchantments and dark sigaldry
did weave and wield. In glamoury
that necromancer held his hosts
of phantoms and of wandering ghosts [...]

Traducido en Las Baladas de Beleriand, págs. 263-4, como:

el Amo de Lobos, cuyo estremecedor aullido
por siempre reverberaba en las colinas, y repugnantes
encantamientos y oscura hechicería
entretejía y esgrimía. En magia
mantenía aquel nigromante a sus huestes
de fantasmas y de espectros errantes [...]

La edición inglesa de BB incluye un glosario de palabras raras; en él, Ch. Tolkien explica sigaldry como sorcery ("hechicería").

Hasta aquí bien; pero ¿qué quiere decir la palabra, de dónde proviene, y en qué se distingue de sorcery, wizardry, magic, etc.?

Hace varios años, Michael Martínez publicó en la red un artículo ("And Now, For the Rest of the Poem"), donde trazaba la curiosa historia de la relación entre el poema "Errabundo" y El Señor de los Anillos: en 1952, el poema sirvió de nexo para que Tolkien volviera a tomar contacto con Rayner Unwin y lograse por fin publicar la novela (Cartas #133: "¿Puede hacerse algo para abrir las puertas que yo mismo cerré?").

Pero lo que nos importa ahora es que Martínez comentaba sobre sigaldry: "No tengo idea de qué manuscrito era ése, y ni siquiera sé de qué idioma proviene la palabra. Es una palabra perdida y olvidada, salvo por el hecho de que Tolkien la usó en un poema relativamente menor que tuvo un enorme impacto en la literatura moderna...". Aparentemente, algunos lectores quisieron despejar su duda, porque en comentarios posteriores al ensayo dice: "Varias personas que tienen acceso a libros que no poseo han determinado que la palabra sigaldry que usa Tolkien proviene del poema King Alisaunder, del siglo XIII, una reelaboración fantástica de la vida de Alejandro Magno".

Ahora bien, podemos ser un poco más específicos. La palabra sigaldry se conserva principalmente en tres textos. Uno de ellos es el Alisaunder, que conocemos por fragmentos muy distintos entre sí. En uno de sus manuscritos (LinI 150) leemos: He wot of þis sygaldrye / Þat þis trowes kan lye (¿algo así como "sabía por esa magia (sygaldrie) que esos árboles pueden mentir"? Mi inglés medio es deplorable). Otro manuscrito (Auchinleck) da en cambio trigoldrie, que es "engaño" (aparentemente tomada del francés antiguo).

Otro de los textos es el conjunto de Chester Plays que menciona Tolkien, una colección de representaciones sacras de alrededor de 1500. Allí sale al menos dos veces, dependiendo una vez más de qué manuscritos se tengan en cuenta. En una de las piezas (XVII) Pilatos dice a José de Arimatea: Burye him wher thy wil be, / But look thou make no sigaldry, que sería "entiérralo (sc. a Jesús) donde quieras, pero no vayas a hacer hechicería". En otra, un judío le dice a Jesús: Come then forth with thy sigaldry / And speak with the kinge!, que es "Ven con tu magia y habla con el rey (Herodes)!" - otros manuscritos usan aquí más bien rybaldrye, que vendría a ser "burla (obscena)".

Pero el tercer texto en que encontramos la palabra es, ni más ni menos, el Ancrene Wisse (o Ancrene Riwle). ¿Qué es? No es un poema (como dice una nota de Las Aventuras de Tom Bombadil, error del que soy responsable), sino un tratado, compuesto a principios del siglo XIII, sobre cómo han de vivir las anacoretas.

Lo significativo es que Tolkien trabajó durante muchos años sobre este texto y otros relacionados con él. Cuando Carpenter en su Biografía pinta la vida cotidiana de Tolkien en Oxford (desde 1926), se lo imagina en su estudio con "una joven graduada que estudia inglés medio":

A las nueve y diez ella y Tolkien están enfrascados en su tarea, estudiando el significado de una palabra dudosa del Ancrene Wisse [...] La muchacha frunce un poco el entrecejo ante el complicado discurso de su profesor, y lo difícil que le resulta comprenderlo por la rapidez y, a veces, la falta de claridad con que se expresa. Pero apenas empieza a entender el sentido de su argumentación y el objetivo que persigue, comienza a tomar notas en el cuaderno entusiasmada. Cuando su 'hora' de supervisión concluye, a las once menos veinte, siente que ha recibido una nueva imagen de la forma en que el autor medieval elegía las palabras.

(Uno adivina que la "joven graduada" es Mary Salu, de quien Tolkien fue tutor y que en 1955 publicó una traducción del Ancrene Wisse con prólogo de Tolkien).

T. Shippey, en El Camino a la Tierra Media, págs. 59-61, enumera algunos de los trabajos de Tolkien sobre el Ancrene Wisse y otras obras relacionadas, principalmente su ensayo "Ancrene Wisse and Hali Meidhhad" (1929), al que llama "la más perfecta, aunque no la más conocida de sus obras académicas". Tolkien también preparó durante muchos años una edición de uno de los manuscritos (Corp-C 402) del Ancrene Wisse, que salió a la luz finalmente en 1962 (última de sus obras académicas publicada en vida).

Ahora bien, en la cuarta parte del Ancrene Wisse leemos que entre las formas de debilidad en la fe se encuentran sigaldrie, false tollunges, leuunge o nore, on swefne & alle wiche creftes, que vendrían a ser "encantamientos, falsa hechicería, la creencia en los sueños, en los estornudos y en todas las brujerías" (lo de los estornudos es curioso, ¿no? Pero cierto).

Es cierto que otros manuscritos (en especial el Corp-C 402 que editó Tolkien) incluyen más bien un plural sigaldren, de un supuesto singular sigalder, que vendría a ser la forma básica de la palabra en inglés medio (la terminación -ie de sigaldrie, aparentemente, sería de origen francés). Aun así, ¿no es más probable que el "texto del siglo XIII" que menciona Tolkien fuese el Ancrene Wisse, más que el Alisaunder? Pero podemos asumir, de todos modos, que Tolkien estaba familiarizado con ambos textos y sus variantes.

Y por fin: ¿qué significa exactamente la palabra, y de dónde viene?

Para eso tenemos que remontarnos hasta el inglés antiguo, la lengua en que está compuesto el Beowulf. Como parte de cierto hechizo de viaje anglosajón se utiliza esta fórmula:

Sygegealdor ic begale, sigegyrd ic me wege,
wordsige and worcsige

que podríamos traducir libremente como:

Entono un hechizo, empuño una vara mágica:
palabras y acciones poderosas.

Al parecer, se trata del único sitio en que está registrada esta palabra sygegealdor, que el diccionario de anglosajón de Bosworth-Toller define como 'a charm that gives victory'. Pero sus elementos son bien conocidos: sige es "victoria" y gealdor es "canto" (sust.). Una traducción literal de esos versos del hechizo suena mucho más repetitiva: "canto un canto de victoria (sygegealdor), empuño una vara de victoria (sigegyrd), victorioso en la palabra (wordsige), victoriosa en la acción (worcsige)". La repetición de sige (o syge), evidentemente, colabora en el éxito del hechizo (al menos, por cansancio).

He ahí, entonces, el sigaldry: un hechizo cantado, para el que nuestro idioma tiene una palabra excelente: "encantamiento". Aquello era lo que usaba Thû (Sauron) en la Isla de los Licántropos, y lo que estudiaba el marinero errabundo. Nada que ver con runas ni sellos, que se relacionarían en todo caso con hechizos escritos.

2. Nightingale

Ya viene siendo largo el post, pero todavía falta llegar a Florence. El lector atento ya lo habrá adivinado. El gal de sigaldry es el mismo que el de nightingale "ruiseñor": en inglés, esta ave es "el cantor de la noche".

Decíamos que sygegealdor era un canto de poder. En verdad, parece que en la literatura anglosajona gealdor y el verbo relacionado galan se aplican sobre todo a usos mágicos. Para los tolkienófilos, el ejemplo más conocido es el Beowulf, verso 3053: iúmonna gold galdre bewunden, "el oro de los hombres de antaño envuelto en encantamientos", que Tolkien usó como primer título de lo que más tarde sería su poema "El tesoro".

En Arda, el ruiseñor es una de las aves más conocidas, junto con los cisnes y las águilas. Él también es un poderoso cantor. Tiene dos nombres élficos: tinúviel, que significa "hija del crepúsculo", y lómelindë, que es justamente "cantor de la noche", un calco de nightingale. No es casualidad que Beren haya elegido llamar Tinúviel a Lúthien: según el Silmarillion, los ruiseñores aprendieron su canto de Melian y la acompañaban; en Nan Elmoth el rey Elwë "escuchó de pronto el canto de los ruiseñores. Entonces cayó sobre él un encantamiento y se quedó inmóvil; y a lo lejos, más allá de las voces de los lómelindi, oyó la voz de Melian". Tampoco es casualidad que Lúthien signifique "encantadora".

El Silmarillion no dice que se oyesen ruiseñores en el encuentro entre Beren y Lúthien, pero sí cuando ella lo rescata de la Isla de los Licántropos con "un canto que ningún muro de piedra podía detener. Beren la oyó y pensó que soñaba; pues arriba brillaban las estrellas y cantaban los ruiseñores". Al respecto, es interesante un pasaje del buen libro de J. Garth Tolkien and the Great War, p. 265:

El ave que acompaña a Tinúviel, el ruiseñor, es un emblema adecuado para la eucatástrofe, pues derrama su canto de flauta cuando todo está oscuro. Puede medirse su significado simbólico en las palabras de los hombres que estuvieron en el Frente Occidental. A Rob Gilson, al oír un ruiseñor en una madrugada de mayo, desde su trinchera, le parecía "maravilloso que las bombas y las balas no lo hubiesen expulsado, cuando se muestran siempre tan tímidos ante todo lo que sea humano", mientras que Siegfried Sassoon escribió que "la canción perfecta de un ruiseñor ... parecía un milagro, luego de la desolación de las trincheras".

Rob Gilson no es sino uno de los miembros de la TCBS que murieron en el Somme en 1916.

Pero cerremos el círculo de una vez, y que sea con una última alusión a enfermeras que cantan. Dos veces, según el relato del Silmarillion, Lúthien cura a Beren de sus heridas asistida por Huan. En la primera se trata de la flecha de Curufin; en la segunda, de la mordedura de Carcharoth:

Pero esta herida era terrible y emponzoñada. Durante mucho tiempo yació Beren, y su espíritu erraba por los oscuros límites de la muerte, conociendo siempre una angustia que lo perseguía de sueño en sueño. Entonces, de pronto, cuando la esperanza de ella casi se había agotado, Beren despertó, y al mirar hacia arriba, vio hojas contra el cielo; y oyó bajo las hojas a Lúthien junto a él, que cantaba con una voz suave y lenta. Y era primavera otra vez.

4 comentarios:

  1. Excelente fichaje! y el post es absolutamente encantador. Mas bien Diego queria hacerte una pregunta ¿sabes donde puedo conseguir online el prologo del Arcane Wisse?

    Lo que pasa es que pocas veces he tenido contacto con el Tolkien Academico, me causa muchisima curiosidad.

    Ya cuando regrese a mi casa (Lima como la extraño!) leo y te comento sobre Nigthtingale.

    Bienvenido al blog de Hurgapalabras sera un placer leerte como lo es con Bungo.

    Suilad!

    Cristania Andoandorello

    ResponderEliminar
  2. Buchas bracias Cristania. No conozco que el prólogo del Ancrene Wisse se haya editado online, pero tampoco es gran pérdida: se trata de una sola página, donde Tolkien indica qué texto sigue Salu, comenta dos o tres aspectos de su lenguaje y elogia la traducción. Más bien habría que ver en la traducción misma la huella silenciosa de su tutoría.

    Para el "Tolkien académico" tenemos en castellano una buena introducción en la colección de ensayos de "Los Monstruos y los Críticos". No son los más técnicos que escribió, sino los más adecuados para no especialistas.

    Para darse una idea de en qué consiste el "Tolkien académico técnico", sirven de muestra algunos artículos en la base de JSTOR:

    http://links.jstor.org/sici?sici=0034-6551(192507)1%3A1%3A3%3C331%3ATDCE%3E2.0.CO%3B2-7

    http://links.jstor.org/sici?sici=0034-6551(192504)1%3A1%3A2%3C210%3ASCTML%3E2.0.CO%3B2-X

    (Para ver el artículo entero hay que estar suscripto, normalmente por medio de una universidad).

    ResponderEliminar
  3. Curioso lo de gale.
    Está relacionado sin duda con el moderno yell, gritar, con un cambio cualitativo importante en su sonoridad :D

    ResponderEliminar
  4. Lo de yell "gritar, aullar", efectivamente, es ya mucho decaer para una raíz, que al parecer no tiene más herederos confirmados que éstos en inglés moderno. Eso nos deja una valiosa enseñanza sobre la caducidad de las glorias mundanas, al menos de las lingüísticas. En algunos de nosotros, en tanto que cantantes, parece haberse dado la misma degradación semántica.

    (Aunque el antecedente real de yell en i.a. es giellan, que sí tenía valor de "gritar"; galan "cantar" es más bien un primo hermano, que se conserva hasta Chaucer por lo menos.)

    ResponderEliminar