martes, 24 de julio de 2007

Yesca y pedernal

¿Qué relación hay entre los enanos de la Tierra Media, los fósforos, y los mocos? ¿Y entre la yesca que llevaba Sam Gamyi en su mochila, la comida y los fusiles?

¿Había fósforos –cerillas- en la Tierra Media? Sí. Hay por lo menos cuatro menciones en El Hobbit, y otra en El señor de los anillos[1]. En todos los casos, son los medianos quienes usan estos practiquísimos adminículos. De los enanos, en cambio, se nos dice que nunca fueron aficionados a las cerillas, y que preferían el tradicional método de la yesca y el pedernal [2].

En inglés, la palabra empleada para cerilla es match, que tiene una curiosa historia. Antes de inventarse los fósforos, se empleaba el término match para referirse a las… mechas. Match y mecha son de hecho “la misma palabra”, derivada del latín vulgar miccia, que a su vez parece deriva del griego myxa cuyo significado original es … ¡moco! (griego myx, latín mucus). Podemos conjeturar –con más o menos probabilidad de acierto- que las mechas de las lámparas colgaban de sus cánulas como la mucosidad asoma de las fosas nasales, y por eso recibieron ese nombre.

En nuestro mundo, la invención y perfeccionamiento de los fósforos fueron accidentados y tomaron cincuenta años (digamos de 1805 a 1855). Explosiones demasiado violentas y envenenamientos masivos causados por el empleo de fósforo blanco postergaron durante mucho tiempo su popularización. Al principio, se bautizó al flamante bastoncito como lucifer, pero el término no prosperó (aunque el italiano fiammifero es un fiel calco del cultismo). Entre tanto, la gente seguía usando el viejo y seguro método de la yesca y el pedernal, y ningún viajero olvidaba llevar consigo su tinder-box (la caja donde se guardaba la yesca, el acero, y el pedernal) [3]. Se raspaba el acero contra la piedra para generar chispas junto a la yesca, que era altamente inflamable, y se soplaba con arte para lograr llama [4]. Era un procedimiento más lento, pero en aquella época había menos prisa (y más verdor, como me acota aquí el señor Tolkien).

Tal vez los enanos desconfiaban de los fósforos por las mismas razones que en nuestro mundo la gente desconfió de ellos hasta que fueron seguros. Aún entre los hobbits esta desconfianza existiría –por lo menos entre la clase más humilde- ya que Sam usa sin excepción yesca y pedernal.

A pesar de todo, puestos a deducir dónde se manufacturarían las cerillas en la Tierra Media, no imagino un lugar más apropiado que la ciudad de Valle, pues entre los saberes enaniles cultivados allí se encontraba el de la pirotecnia. Conclusión: tal vez los enanos no usaban fósforos porque los conocían demasiado bien.

Yesca y pedernal son uno de esos simpáticos pares de palabras que casi siempre van juntas, como matrimonio bien avenido (casos aún más extremos son el de troche y moche, o el de mondo y lirondo; estos ya no salen ni a la esquina sin su cónyuge). En la obra de Tolkien aparecen como flint and tinder (flint=pedernal, tinder=yesca), aunque en la realidad se trata de un trío, porque no debemos olvidar la barra de acero que se requiere para la operación. De hecho, creo que en inglés la frase más típica es flint and steel (al menos Google arroja diez veces más resultados que buscando flint and tinder).

Con el correr de los siglos, la presentación de yesca-pedernal-acero conoció mejoras (los tres componentes engarzados en una sola estructura) que desembocaron en el mecanismo de ignición de las armas de pedernal (fusiles y mosquetes), y finalmente en el moderno encendedor, gracias al cual el antiguo yesquero recuperó su primacía frente al fósforo.

La propia palabra fusil nos recuerda ese origen. Foisil, era el término en francés antiguo para referirse al acero usado en el yesquero, y provenía del latín vulgar *focilis (que produce fuego), pariente de focus, fuego.

Y yesca, por su parte, viene del latín esca, “comida” (relacionado con edere>comedere> comer), por ser alimento del fuego (en italiano se ha conservado el término esca para referirse a la carnada que el pescador pone en el anzuelo).

Respondimos ya todas las preguntas planteadas al comienzo, pero no hemos hecho sino llegar al punto al que dirigía yo estos deambulares, que era presentar en sociedad al señor Casares.

Julio Casares (1877-1964) es el gran filólogo y lexicógrafo granadino autor del Diccionario ideológico de la lengua española, y Hlaford, que es fervoroso lector suyo, me ha hecho notar lo interesante que sería reclutarlo a él también para el equipo de Hurgapalabras. De su libro Críticas mínimas, que es una pieza de colección, acaba de transcribirnos Hlaford un jugoso artículo dedicado precisamente a la palabra yesca. Lectura recomendada por dos motivos: primero, nos enseña qué fácil es decir dislates cuando se hace etimología de aficionados, y segundo, muestra en toda su fuerza el estilo mordaz y lleno de humor del implacable Casares. Bastaba una chispa para encender su fuego, y nunca se ha dicho esto en un contexto más adecuado.


[1] El señor de los anillos, libro 6, capítulo VIII, El saneamiento de la Comarca.
Merry dice: “But Shire-folk have been so comfortable so long they don’t know what to do. They just want a match, though, and they’ll go up in fire”.

[2] El hobbit, capítulo VI, De la sartén al fuego, anteúltimo párrafo.

[3] Para el mochilero con espíritu de reconstrucción histórica puede ser de utilidad la lectura del artículo Seven ways to Light a FIRE without a match. La última de las técnicas explicadas es la del acero y pedernal

[4] Existe un cuento de Andersen llamado justamente Tinderbox (Fyrtøiet en el original danés). Hay versión española

3 comentarios:

  1. Interesantísimo, como siempre.

    Mis felicitaciones por tan "apetecible" artículo.

    Saludos.

    Ent.

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  2. Hola que tal. Le llamaban "Yesca" a un hongo que antes, miles de años antes de cristo, utilizaban los hombres para iniciar el fuego, junto con una roca o mineral, porejemplo pirita o en este caso pedernal para hacer chispa. Ahora se le conoce como yesca a un enfermedad que sufren las plantas y se le llama asi porque uno de los hingos asociados a esta enfermedad es aquel que se utilizaba para el fuego. despues de todo, tal vez un hongo ayudo al hombre a dominar el fuego.

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  3. EL PEDERNAL ERA LLAMADO TECPATL POR LOS AZTEKAS
    CON EL SOLO GOLPEANDOLO CON UN PEDASO DE METAL SACARA LA CHISPA KE SE ATRAPA EN UN HONGO LLAMADO FOMES ES EL MAS APROPIADO ESE HONGO ES UNO DE LOS MUCHOS PRODUCTOS A LOS KE SE LES LLAMA YESCA DESDE MADERA `PODRIDA, ESTIERCOL DE EKINO SECO POR TENER MUCHA FIBRA SEMIDIGERIDA Y CUALKIER COSA KE SEA PASTO DE LAS LLEMAS POR ESO LE LLAMAN YESCA *ALIMENTO DEL FUEGO*

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